Cachitos

Definitivamente, no hay como un cachito recién salido en la panadería, desde que estamos pequeñitos los recordamos como desayuno del colegio o de fin de semana, algunos lo recuerdan acompañados con una "chicha" , otros con "rikomalt" y los que son más tradicionales con un cuartito de jugo de naranja…
Lo cierto es que aquellos que estamos lejos de Venezuela, extrañamos todo lo típico hasta una "panadería de portugueses" como Dios manda. Para nosotros y para los que aunque no están lejos quieren intentarlo y hacer los cachitos en casa, aquí va la receta.
Desde este momento te digo que la preparación lleva su tiempo, pero es muy divertido hacer los cachitos.
En primer lugar derretimos la mantequilla junto con la leche a fuego bajo, tomará un tiempo pero recuerda que es muy importante que la leche no llegue a hervir. Una vez que se derrita, la dejamos reposar hasta que esté ligeramente tibia (a temperatura de tetero) ya que si está muy caliente activa la levadura y aparte el calor aglutina el huevo.

En un bol suficientemente grande, mezcla la harina con la levadura, el azúcar y la sal, una vez que los sólidos estén bien integrados, has una especie de volcán con la harina, dejando una cavidad en el centro, justo allí agregarás 2 huevos (previamente batidos) y la mezcla tibiecita de la leche y mezclamos bien.

Una vez que tengamos una mezcla homogénea, la sacamos del bol y colocamos sobre una mesa o mesón (previamente enharinado) para comenzamos a amasar.
Es importante que no quebremos la masa con nuestros dedos, por eso te recomiendo dar pequeños golpecitos, hacer presión y estirar firmemente con la parte baja de la palma de la mano. Debemos tener paciencia y amasar por espacio de 10 minutos aproximadamente, la idea es que la masa de vaya poniendo suave y elástica (no pegajosa). Además de mantener el calor del principio con la fuerza de nuestras manos.
En caso de que tu masa siga estando muy pegajosa, agrega un poco más de harina, pero ve probando poca a poco para que luego no quede demasiado seca y quebradiza.

no se pone suave, agrega un poquito de leche (a temperatura ambiente) y amasa hasta conseguir la textura deseada.

Una vez que tengamos nuestra mas lista, la hacemos forma de bollo (una bola) y la devolvemos al envase en que hicimos la mezcla, la tapamos con un trapo de cocina ligeramente humedecido con agua tibia y lo dejamos reposar en un lugar oscuro pos espacio de 2 horas aproximadamente. Una vez que transcurra este tiempo verás como tu masa casi ha duplicado su tamaño.
Durante este tiempo, aprovecha para derretir el papelón en un poco de agua y reserva este melao. Aparte bate el huevo que te quedaba y resérvalo para barnizar los cachitos antes de hornear.
Ahora si, viene la parte más divertida que es hacer lo cachitos. Primero debemos enharinar ligeramente el mesón de trabajo, coloca muy poca harina, para no arruinar la textura de la masa, estira y ve sacando el aire que pueda haber tomado con ayuda de tus nudillos. Estira con el rodillo y forma una torta como el tamaño de una pizza familiar (unos 30 centímetros de diámetro). Divide en 4 partes, esto es para que trabajes más con mayor comodidad.

Toma una de las partes y estírala lo más posible, casi hasta lograr un circunferencia del tamaño a la anterior. Es importante que lo aplanes lo más que puedas. Está nueva torta la vas a dividir en 8 partes iguales. Lo que te dará como resultado 8 triángulos iguales. Cada triangulo será un cachito.

Para armar los cachitos debemos estirar un poco más cada triangulo. Para que se te haga más fácil el armado, pon el triangulo con la base hacia tu cuerpo y el vértice apuntando al otro lado.

Una vez que lo tengas bien estiradito, píntalo ligeramente con el melao de papelón y procede a colocar el jamón cortado en tiritas en la base dejando un dedito de margen para el doblado, no temas en ser generoso, yo le coloco a cada cachito lo equivalente a 3 cucharadas de jamón.

Ahora comienza a enrollar tu cachito partiendo de la base hacia el vértice. Lo importante es que la puntita quede hacia abajo.

Vuelve a hacerlo con los demás triángulos hasta que termines todos los cachitos. Colócalos en una bandeja cubierta con papel encerado para hornear (si no tienes puedes engrasar y enharinar la bandeja) y pinta los cachitos. ES importante que dejes un espacio de aproximadamente 3 o 4 dedos entre cada cachito porque crecen con el calor.

Antes de meterlos al horno, píntalos con un el huevo batido y hornea.

A mi en lo particular me gusta pasarles papelón nuevamente antes de pintarlos con huevo, por lo que los barnizo doble, primero papelón, luego el huevo.

Hay quienes también lo hacen con una mezcla de leche, azúcar y huevo. Todo es cuestión de gusto. Otra cosa, descubrí que es mejor barnizarlos dos veces: una, antes de dejarlos reposar, y otra justo antes de hornearlos. Se doran mejor así.

Precalienta el horno a 350º F / 175º C y hornéalos por unos 15 o 20 minutos, hasta que veas que están doraditos.