Arepita andina

Las arepitas trigo o arepitas andinas tal como su nombre lo indica son típicas de los Andes. Esta delicia la encontraremos con seguridad en ciudades como Mérida y San Cristobal. Comparten su forma y empleo con sus hermanas las arepas de maíz pero su sabor y textura son incomparables. A diferencia de la arepa tradicional, ésta se puede comer sola o acompañada y por su toque dulzón va muy bien acompañada por un chocolatito caliente.
Para mí, las arepitas andinas son sinónimo de niñez, de vacaciones y de familia, porque cuando estaba pequeña viajaba mucho a los andes a visitar a mi familia paterna y recuerdo los desayunos con una arepa de trigo calientita con mantequilla, un cafecito con leche y por supuesto el clima de montaña…
Su elaboración es un poco más compleja que las arepas de maíz tradicionales, pero el resultado vale la pena.

En un bol o envase grande debes mezclar todos los ingredientes sólidos, harina, leche, azúcar, sal y levadura. Una vez que los hayas integrado bien, has una especie de volcán dejando una cavidad en el centro. En ese espacio agrega la mantequilla y el huevo.
Ahora deberás mezclar muy bien con las manos hasta que consigas una pasta homogénea y sin grumitos. sin que queden grumos. Verás que es una mezcla pastosa. Para darle la textura que deseamos deberás agregar poco a poco el agua e ir amasando vigorosamente hasta que no se pegue en las manos.
A veces es necesario un poco más de agua. Si por el contrario, se te va la mano con el agua puedes agregar un poquito más de harina y amasar hasta que tengas una masa uniforme y flexible pero que no se pega de las manos.
Como con casi todas las masas de harina de trigo, debemos dejarla reposar 1 hora. Pasado este tiempo forma las arepas y cocínalas en la plancha o budare (ligeramente engrasado) por espacio de unos 5 minutos por lado o hasta que se doren y se abomben un poco.

Un dato importante es que el tamaño y el grosor de las arepas de trigo es fundamental, por eso te recomiendo que deben ser del tamaño de tu mano abierta y el grosor de 1 dedo o un poco más.

Otro truquito para que se cocinen uniformemente es hacerle huequitos por toda la superficie con un tenedor.
Te recomiendo comerlas calientitas con mantequilla o margarina y un queso de textura suave o nata.